Se dice que esta famosa tradición tuvo sus inicios en países europeos, y habría llegado a México después de la conquista.

La historia popular dice que Melchor, Gaspar y Baltazar viajaron hasta Jerusalén guiados por una estrella hasta llegar a donde se encontraba el niño Dios.
Se dice que la forma ovalada de la rosca simboliza el amor sin inicio ni fin hacia Dios; las frutas significan las joyas de los reyes, y el muñequito dentro de la rosca, cuando José y María escondieron a Jesús de Herodes.
